Bosque de Peloño, el esplendor del otoño en el Parque Natural de Ponga

Bosque de Peloño, el esplendor del otoño en el Parque Natural de Ponga


Pocos lugares nos evocan más al otoño que los bosques caducifolios. El de Peloño es sin duda uno de los más mágicos de Asturias. Así que cálzate las botas y disponte a pasear atechado por las ramas de hayas y robles que, al ir desnudándose, te regalan una lluvia de hojas, que al caer al suelo forman una alfombra, casi a tu paso.

La ruta es para iniciados en el senderismo, tiene una dificultad media (por su longitud de casi 24 km y por su desnivel acumulado de poco más de 1.000 m), aunque es de fácil caminar. Carga ropa impermeable y prepárate a pasar una inolvidable jornada de campo.

Se encuentra en el Parque Natural de Ponga y parte de la Collada de Les Bedules, que recibe su nombre de un bosque de abedules que cubría esta zona.

Majada Les Bedules (J.F. Sánchez Díaz)

 

Antes de comenzar la ruta podemos acercarnos, a través de una pequeña senda accesible, a dos miradores que nos ofrecen una panorámica de los Picos de Europa y el emblemático pico Tiatordos, que ya de por sí merecen la vista a este lugar.

Tiatordos y Picos de Europs desde inicio de la ruta

Pico Tiatordos y Picos de Europa desde inicio de la ruta

 

Nuestra ruta va a discurrir , como otras tantas veces, por un camino histórico de comunicación con La Meseta, una vía de arrieros, de transporte de personas y mercancías en el difícil tránsito entre Asturias y Castilla. Ascendiendo alcanzaremos la Collada de Grancedo, donde hay una fuente que nos invita a hacer un descanso.

Fuente (J.F. Sánchez Díaz)

 

En el camino, si eres observador y silencioso, podrás escuchar los sonidos del bosque y descubrir sus secretos. Oirás a las aves forestales y, con suerte, quizá el taladreo de los pájaros carpinteros, o puedes intentar encontrar en el camino huellas y otros rastros de animales. La fauna es abundante pero como ya sabes es huidiza, el silencio será tu aliado.

La pista continúa su ascenso hasta la Collada de Guaranga, en el límite sur del bosque de Peloño y dónde daremos por finalizada nuestra ruta.

En el camino de descenso, por el mismo recorrido de subida, si tenemos tiempo, podemos acercarnos a ver un árbol monumental, un imponente roble albar de mas de 30 m de alto y 8 m de diámetro: El Roblón de Bustiellos, un gigante que nos dará idea de la antigüedad de este bosque.

Para no perderte y seguir el camino correcto no olvides descargar en tu móvil la guía Naturapps. Llevarás contigo un mapa con cartografía de detalle de la ruta, los puntos de interés y tu posición GPS. Además recuerda que este es un espacio protegido y que da cobijo a especies tan frágiles como el urogallo cantábrico, no te salgas del camino marcado y se extremadamente respetuoso con el entorno.

Con esta ruta cerramos la serie de caminos secretos que Turismo Asturias te ha regalado en Naturapps durante las últimas nueve semanas, ¿las has descargado?, guárdalas en mis rutas y podrás utilizarlas cuando quieras.

 

 

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