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Esta sencilla ruta del concejo de Llanes es adecuada para realizar con niños, si bien hay que extremar las precauciones en los tramos compartidos con carreteras locales. Su trazado está señalizado con postes de madera y recorre los pueblos del Valle de Ardisana en sentido circular, de modo que la ruta termina en La Venta.
A lo largo del circuito se encuentra un total de trece figuras talladas en madera noble policromada, dedicadas a diversos personajes de la mitología y la vida rural asturiana, contando cada una de ellas con una pequeña leyenda al pie. En la ruta también se exponen variados paneles de interpretación del entorno ambiental y cultural.
El punto de inicio se encuentra en las inmediaciones de la localidad llanisca de Puentenuevu, donde está indicado a la derecha El Camín Encantáu, justo en el lugar llamado La Venta. Aquí hay una zona de aparcamiento indicada junto con un panel explicativo sobre el recorrido.
A partir de aquí y siguiendo las flechas indicadoras se llegará por caminos, pistas y en algún tramo por carretera local, a las localidades de Comezán, La Maletería, Palaciu, Ardisana y Ricaliente.
El recorrido en su inicio discurre a la vera del río San Miguel, de trazado llano, para pasar a subir la cuesta hasta Comezán, desde la cual se avista el valle con la teyera (fábrica artesanal de tejas). La pendiente suaviza en dirección a La Maletería, pueblo fundado originalmente como hospital para leprosos que cuenta con hermosas vistas desde la capilla de La Magdalena. Bajamos el pueblo y seguimos la carretera hacia Ardisana hasta tomar una pista a la izquierda que se encuentra entre praderías, y que nos lleva a adentrarnos en el bosque. El camino nos conduce hasta Villanueva de Ardisana, donde está la iglesia parroquial de Santa Eulalia, de origen románico. La ruta prosigue por un formidable empedrado del antiguo camín a Covadonga, hasta llegar a Palaciu y Ardisana, donde destacan magníficos ejemplares de arquitectural popular, palacios y casonas. En el camino de bajada hacia Ricaliente se encuentra La Cruz de los Garabiales, de 1761, lugar de parada entre los pueblos bajos del valle y el cementerio, sito en Villanueva.
A lo largo de este recorrido, el Pataricu que vigila con un solo ojo, el Nuberu, rey de las lluvias y las tormentas, el Cuélebre, custodio de tesoros y princesas, el Busgosu, guardián de los bosques y muchos personajes nos ayudarán a descubrir una buena parte de historia más cercana y más querida del valle de Ardisana.
Finalmente, cruzando el puente de Ricaliente, la ruta termina entre el conjunto de hórreos, donde se sitúa la figura de La Castañera. A partir de aquí, la manera más fácil de volver a La Venta para completar el circuito es por la carretera local LLN-14, durante aproximadamente dos kilómetros.
Descripción del recorrido: Excmo. Ayto. de Llanes