Gratis en la app
Este itinerario nos permitirá descubrir el extraordinario tajo que el río Cares ha realizado durante miles de años en el corazón del Parque Nacional de los Picos de Europa. Disfrutaremos de asombrosos cortados y corredores que se precipitan desde las cumbres hasta el lecho del río con desniveles prácticamente verticales de 2.000 m. De la increíble surgencia del Farfao, de puentes sobre el vacío, de pasadizos, y por supuesto, de algo único que no nos dejará indiferentes, el peculiar color azul turquesa de las aguas del río Cares en contraste con el gris de los impresionantes farallones calizos y el verde de la vegetación que nos rodea.
Constituye, sin duda, uno de los iconos de montaña más representativos de toda la Península, pero es también una de las rutas más transitadas de la Cordillera, así que hemos de contar con que durante la temporada alta estaremos bastante acompañados.
Comprende un recorrido de poco más de 11 km que discurre por caminos bien conservados y con señalización en los principales puntos. El desnivel a superar es bajo, con pendientes moderadas solamente durante 2,5 km al inicio de la ruta.
Con la guía interactiva llevaremos con nosotros un completo mapa con la ruta y nuestra posición GPS, que además, una vez descargado, funcionará sin necesidad de cobertura 3G. Se ha de señalar que en ciertas zonas del desfiladero y en el interior de los túneles perderemos la posición GPS por lo que nuestra posición en el mapa puede ser errónea.
Se trata de un itinerario sencillo y sin complicaciones técnicas, no obstante, destacar que prácticamente durante toda la ruta uno de los lados del camino va al borde de impresionantes precipicios y que en algunos tramos, al otro lado del camino, también está un canal de agua artificial con fuertes corrientes. Por ello se ha marcado como de dificultad media y nose considera una ruta especialmente recomendada para niños.
Por otro lado hemos de abstenernos de realizar la ruta después de fuertes nevadas (riesgo de aludes), y en días de viento intenso (riesgo de desprendimientos).
Se ha de tener en cuenta que esta ruta está descrita como una travesía, es decir que el punto de llegada es diferente al de partida y que a ambos se puede llegar en coche.
Si no se dispone de dos vehículos para poder regresar al punto de inicio, la vuelta se realizará por el mismo camino de ida. Por tanto se ha de tener en cuenta que el tiempo de recorrido aumentará y que la dificultad se puede incrementar.
En el caso de no disponer de dos vehículos la compañía ALSA dispone de un servicio específico para la Ruta del Cares durante los meses estivales (consultar paradas, horarios y tarifas en la página web de ALSA).
También es posible contratar un servicio de Taxi desde Arenas de cabrales.
Puente Poncebos-Caín
La ruta se puede comenzar en Caín (León) o en Poncebos (Asturias). Nosotros comenzaremos en Poncebos.
Desde Arenas de Cabrales, en el cruce que está en medio del pueblo, debemos tomar un desvío bien señalizado hacia Poncebos (a mano derecha si venimos de Asturias y a mano izquierda si lo hacemos desde Cantabria). Seguiremos por esta carretera unos 5 km hasta Poncebos.
Lo más aconsejable es dejar el coche en el aparcamiento del funicular de Bulnes. Para ello una vez en Poncebos cogeremos el primer desvió a la izquierda (con indicaciones a Sotres). Atravesaremos un puente sobre el río cares (Puente Poncebos) y nada mas atravesarlo, a unos 50 m, nos encontraremos el aparcamiento a nuestra izquierda.
Ya caminando, cruzaremos otra vez el puente (Puente Poncebos), para seguir la carretera en sentido ascendente, hacia la izquierda, prácticamente hasta el final de la misma, desde donde ya veremos a nuestra derecha un sendero ascendente y bien señalizado que es el que debemos seguir (hay un cartel verde que nos indica el inicio de la Senda del cares). Atención, en este punto, no debemos coger la pista sigue de frente ya que el camino se vuelve complicado y peligroso en pocos metros (antigua Senda del Cares).
El primer tramo es el más duro de la ruta ya que superaremos unos 350 m de desnivel en aproximadamente 2,5 km, eso sí, el esfuerzo merece la pena ya que luego el itinerario es prácticamente llano. Después del ascenso alcanzamos un lugar conocido como los Collados (punto más alto de la ruta); las vistas sobre la garganta desde aquí son extraordinarias y nos harán sentir diminutos ante semejantes dimensiones.
Después de un pequeño tramo descendente paso a paso nos vamos adentrando en la garganta y los cortados se van volviendo más pronunciados, así como las canales o corredores.
En pocos minutos veremos a nuestra izquierda la curiosa surgencia del Farfao en el fondo de la Garganta (debajo de la Canal de Sabugo).
Continuamos por terreno prácticamente llano hasta la majada de Culiembro (conjunto de cabañas de pastores). En este punto hay un desvío, nosotros continuamos por la ruta del Cares hacia Caín, dejando a nuestra derecha el camino de la Reconquista que remonta la empinada Canal de Culiembro.
La vegetación a lo largo de la garganta es asombrosa; los extraordinarios bosquetes de hayas que parecen desafiar al vacío apiñados en pequeñas terrazas a mitad de las vertiginosas canales, configuran un formidable mosaico de colores y contrastes con el gris de la caliza y el cielo.
Son frecuentes también las encinas solitarias que crecen prácticamente en la roca viva y que con su enrevesadas formas parecen retar a precipicios, canales y cortados.
A lo largo de toda la ruta nos acompaña a nuestra derecha el canal de agua que abastece a la minicentral hidroeléctrica de Poncebos.
Seguimos por terreno más o menos llano hasta la zona conocida como la Madama, donde hay instalada una pasarela que nos permitirá salvar un sobrecogedor desprendimiento que se produjo en el año 2012.
Pasada esta pasarela continuamos por buen camino hasta el primero de los puentes, el de Bolín, para pasar a continuación por el puente de los Rebecos. Desde ellos disfrutaremos de una vertiginosa vista sobre el río Cares, literalmente bajo nuestros pies entre increíbles muros calizos verticales.
Después de pasar los puentes nos adentramos en lo que posiblemente sea el tramo más espectacular de la garganta, la zona de los túneles o pasadizos donde la garganta se estrecha tanto que apenas tiene una decena de metros entre los lados.
Pasada la zona de túneles llegamos a la minipresa de Caín donde podremos ver una escala para salmones, y en pocos metros, ya finalizar esta preciosa ruta en el pueblo de Caín.
Sin duda Caín es uno de los pueblos con más encanto de los Picos de Europa enclavado en un bucólico valle rodeado por majestuosas montañas de más de 2.000 m. Su situación geográfica hizo que sus habitantes desarrollaran una especial habilidad para trepar y moverse por riscos y peñas en busca de los mejores pastos para su ganado.