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Esta agradable ruta discurre por el margen este de la Ría de Villaviciosa, desde el pueblo de Selorio hasta la Playa Rodiles y nos permitirá descubrir las principales características de uno de los estuarios mejor conservados de la costa asturiana. Es un pequeño paseo ideal para descubrir las marismas y la multitud de aves que la utilizan como refugio durante sus migraciones.
Se trata de una senda sin dificultad, perfecta para realizar con niños, que discurre por caminos bien marcados y pasarelas de madera. Únicamente puede hacerse un poco dura la ascensión final a la atalaya del monte Rodiles, propuesta como alternativa, pero siempre podemos acortarla y llegar con los más pequeños solamente hasta la playa de Rodiles.
Hay que señalar que además en el tramo Misiego-Rodiles es una senda adaptada para personas con discapacidad y que por la pasarela de madera está prohibido circular bicicletas.
Dado los valores ambientales de este espacio, la Ría se encuentra protegida bajo diferentes figuras. Es importante extremar nuestro respeto por el entorno y prestar atención a la señalización.
Se ha de tener en cuenta que esta ruta está descrita como una travesía, es decir que el punto de llegada es diferente al de partida y que a ambos se puede llegar en coche.
Si no se dispone de dos vehículos para poder regresar al punto de inicio, la vuelta se realizará por el mismo camino de ida. Por tanto se ha de tener en cuenta que el tiempo de recorrido aumentará y que la dificultad se puede incrementar
Selorio - Misiego
El comienzo de la ruta se encuentra en la iglesia de Santa Eulalia, en las afueras de la localidad de Selorio, desde donde se dirige hacia el pueblo. En Selorio, cuyo nombre parece proceder de una antigua salina, podemos disfrutar de buenos ejemplos de su arquitectura tradicional, como las casonas y palacios, así como numerosos hórreos.
Tras llegar al centro de Selorio, se cruza la carretera VV-5 tomando una de las callejuelas, que rodean el Palacio de los Balbín. Siguiendo por la carretera se sale del pueblo, en suave descenso hasta llegar a las casas construidas en el entorno de Misiego. Posteriormente alcanzaremos la ensenada de Misiego tras una corta y fuerte bajada.
Misiego – Playa de Rodiles
En Misiego se rodea la pequeña playa, tomando a continuación la pasarela de madera que, sobre un muro, sale a la izquierda. Seguimos por ella, hasta enlazar con la playa de Rodiles, tras disfrutar de un tramo en el que discurre sobre el dique de canalización de la desembocadura de la Ría.
Desde aquí si estamos animados podemos ascender hasta el Monte Rodiles, una atalaya idónea para disfrutar de la desembocadura de la Ría, la Playa de Rodiles y el Mar Cantábrico.
Playa de Rodiles - Monte Rodiles (Alternativa)
Para subir al Monte Rodiles antes de introducirnos en la arena, hemos de torcer a nuestra derecha, siguiendo por la pasarela de madera y recorrer la playa por su límite interno, por el borde de las dunas. Así llegaremos a su extremo oriental, donde tomaremos por un corto tramo la carretera que sube hacia el Monte Rodiles. Antes de llegar a la depuradora cogeremos un desvío a la izquierda, por una pista que, en fuerte pendiente y zigzagueando, conduce a la zona más alta de la colina, donde existe un punto panorámico.