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Esta ruta nos ofrece la posibilidad de descubrir una antigua mina en Cerler y frondosos bosques de pino a través de un sencillo itinerario lineal, que discurre en su totalidad por una pista forestal. El desnivel a superar es bajo por lo que es recomendable para realizar con niños.
Recorreremos lo que en su día fue la mina de pirita de Cerler, atravesando una pista forestal que nos permitirá descubrir las especies arbóreas más representativas de la media-alta montaña del Valle. La amplitud panorámica de esta pista es excelente ya que va bordeando a media ladera el pico Burrollo ofreciéndonos una espectacular perspectiva a vista de pájaro sobre Benasque, y como fondo, espectaculares picos. Para terminar nos adentrarnos en los espesos y salvajes bosques de Pinar Negro y Velarta visitados en otoño por los buscadores de setas y donde aún existen urogallos.
Cerler-Mina de pirita
Para llegar al lugar donde comienza la ruta desde Benasque, debemos tomar la carretera A-139 en dirección a Hospital. A 2 km cogeremos un desvío a la derecha con indicaciones al pueblo de Cerler y a la estación de esquí. Después de 5 km por esta sinuosa carretera llegamos a Cerler. Nada más entrar, veremos en la carretera una pequeña isleta con un árbol, cogeremos el desvío a la izquierda hacia las piscinas municipales y el hotel HG (señalizado). Pasamos el hotel HG y a unos 300 m podremos dejar el coche en alguno de los entrantes que vemos a mano derecha.
Ya caminando, cogeremos una pista bien marcada y ancha que veremos a nuestra izquierda, (según el sentido de la marcha con el hotel HG a nuestra espalda), y que va subiendo a lo largo de la ladera. En este tramo disfrutaremos de una bonita vista hacia el pico Cerler.
Después de unas cuantas revueltas y aproximadamente a 1,5 km llegamos a la zona de la mina de pirita. Lo primero que llama nuestra atención es el color rojizo que tienen las zonas donde hay agua. También veremos los hoyos dejados por la mina y algún resto de las infraestructuras utilizadas como vigas de madera y muros.
Mina de pirita- Pinar de Velarta
Pasadas las minas la pista va recortando a media ladera las estribaciones del pico Burroyo. A nuestra izquierda, de fondo, veremos la sierra de Chía que con su forma de herradura envuelve el valle de Benasque, al frente las escarpadas tucas de Ixeia con sus crestas rocosas. A nuestra derecha divisaremos los preciosos cortados de la Coroneta Rasa, donde es habitual que aniden rapaces como quebrantahuesos y águilas reales.
Los árboles dominantes en esta zona son pinos, abedules y enebros en las solanas.
El camino poco a poco va girando y tanto la vegetación como la vista van cambiando ya que pasamos de una orientación suroeste (muy soleada) a otra totalmente norte mucho más fría y sombría.
A medida que nos adentramos en la ladera norte los pinos se van haciendo más frecuentes hasta formar los espesos bosques de Pinar Negro y Velarta.
Las vistas desde la ladera norte son todo un lujo. A nuestra izquierda vemos las Tucas de Ixeia esta vez mucho más cerca y un poco más alejados el pico Estos y su valle coronado por el pico Perdiguero. A nuestra derecha un espeso, húmedo y mágico bosque de pinos, con abundantes musgos y líquenes.
Ya sólo nos queda continuar hasta el final de la pista, donde hay un pequeño merendero, y descender por el mismo itinerario hasta el lugar en el que dejamos el coche.