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La Senda del Oso es una Vía Verde que aprovecha el trazado del antiguo ferrocarril minero que unía los Valles del Oso con Trubia. En la actualidad es una senda de fácil andadura adaptada para ser recorrida en bicicleta o a pie y apta para toda la familia.
Este sencillo paseo cercano al centro de la Región nos acercará al paisaje de la media montaña Asturiana y es una estupenda opción para iniciar a los más pequeños en el senderismo.
Este tramo parte del área recreativa de Tuñón en el concejo de Santo Adriano, pasa por Proaza y termina en Entrago, en el concejo de Teverga.
En su recorrido, con muchos tramos excavados en la propia roca, podremos disfrutar de elementos arquitectónicos interesantes, el cercado osero y la Casa del Oso así como de estrechos desfiladeros que el río ha tallado en la caliza.
El trazado de la Senda del Oso tiene forma de “Y”. En Naturapps se encuentran disponibles además la guía de Tuñón-Embalse de Valdemurio (que comparte con esta el tramo de Tuñón a Caranga) y la de Embalse de Valdemurio-Santa Marina.
Se ha de tener en cuenta que esta ruta está descrita como una travesía, es decir que el punto de llegada es diferente al de partida y que a ambos se puede llegar en coche.
Si no se dispone de dos vehículos para poder regresar al punto de inicio, la vuelta se realizará por el mismo camino de ida. Por tanto, se ha de tener en cuenta que el tiempo de recorrido aumentará, aunque el regreso al realizarse río abajo nos llevará menos tiempo que la ida.
Tuñon-Villanueva
Partiremos de Tuñon, en el concejo de Santo Adriano, concretamente del área recreativa situada a la entrada del pueblo, en el margen derecho de la carretera y que cuenta con una escultura de un Oso.
El coche hemos de dejarlo en el aparcamiento situado unos 300 metros más adelante y desde dónde hay un camino de acceso hasta el área.
Comenzaremos este paseo a lo largo del valle del río Trubia, cruzándolo por un puente y caminado a contracorriente, junto a la vegetación ribereña. Cruzaremos el río una vez más antes de alcanzar la capital del concejo, Villanueva, de donde parte la conocida ruta del Desfiladero las Xanas, también disponible en Naturapps.
Villanueva-Proaza
Una vez superado el núcleo de Villanueva, atravesaremos un puente de origen medieval.
Nada más cruzarlo encontraremos la iglesia románica y el cementerio de San Romano, que conserva todavía interesantes restos arquitectónicos y pinturas murales medievales.
Tras esta parada seguiremos por el fondo del valle del Trubia, disfrutando del rocoso paisaje teñido de verde.
A poco más de un kilómetro llegaremos al área recreativa de Buyera y el cercado osero que alberga a las osas Paca y Tola, el oso Furaco y recientemente a la osina Molinera.
Si continuamos, en un breve trecho alcanzaremos Proaza a la altura de la Central Hidroeléctrica obra de interés arquitectónico.
Merece la pena detenerse en el pueblo y visitar la Casa del Oso para aprender un poco más a cerca de esta emblemática especie de la Cordillera y la necesidad de su conservación.
Proaza-Entrago
De regreso a la senda continuaremos la ruta admirando el cada vez más escarpado relieve, pasando por túneles y tramos del trazado tallados en la propia roca, hasta alcanzar la zona de Caranga. Para ello tendremos que atravesar el desfiladero de Peñas Juntas, formado por los desplomes de la Sierra de Caranga y de Peña Armada.
La senda discurre por este escarpado y espectacular desfiladero durante un par de kilómetros, durante los cuales podremos disfrutar de una vegetación típicamente cantábricaformada por bosquetes de castaños, alisos y avellanos.
Después el paisaje se abre en un valle más amplio con praderías.
Un kilómetro aproximadamente antes de Caranga el camino se desdobla. Seguiremos la opción de la derecha que nos llevará hasta la carretera y que habremos de cruzar para continuar de nuevo por la pista.
El trazado nos llevará entonces por el fondo del valle con el río entre nuestro camino y el pueblo de Caranga.
Desde esta zona y hasta alcanzar Entrago aún nos queda atravesar el desfiladero de Valdecerezales, con el río Teverga en su fondo, afluente del río Trubia y de aguas más bravas.
Para poder sortearlo la ruta se pega de nuevo a la pared rocosa y volveremos a pasar por túneles y tramos de camino excavados en la caliza. Tras cruzar el impresionante desfiladero llegaremos al destino de nuestra ruta, Entrago.
Si no hemos traído dos coches ya solamente nos restará deshacer el camino andado, eso sí esta vez río abajo, con lo que notaremos un ritmo más rápido, sobre todo si vamos en bicicleta.