La Ría del Eo, un humedal cargado de tesoros
Estos días se ha publicado en prensa el reciente hallazgo de restos de antiguos galeones en el fondo de la Ría del Eo. Se trata de fragmentos de vasijas, platos, madera y anclas que parece que están datados entre el siglo XVII y XIX. Éstos no son los primeros restos arqueológicos que se encuentran, pero además la Ría del Eo alberga otros tesoros culturales, ambientales y paisajísticos que no te puedes perder.
Esta gran ría, de más de 15 km de longitud, separa Asturias de Galicia y es un Humedal de Importancia Internacional (RAMSAR). En la margen Asturiana hay un interesante paseo que te animamos a recorrer de la mano de Naturapps. Un camino que une las localidades de Figueras y Castropol en poco más de 11 km y con baja dificultad.
Uno de sus grandes valores ambientales son las aves, que encuentran en este humedal refugio y alimento durante la migración y es además un lugar adecuado para que muchas de ellas pasen el invierno. En el paseo, que discurre en gran parte a orillas de la ría, podrás observar diferentes especies de aves acuáticas, te recomendamos que, si los tienes, lleves los prismáticos.
Estas aves encuentran alimento en las charcas que quedan al bajar la marea y en los invertebrados que están enterrados en el fango. La marea, que cubre y descubre el estuario dos veces al día, es uno de los factores ambientales que condicionan el tipo de organismos que se desarrollan y aporta a estos ecosistemas una gran singularidad.
Pero no solamente las aves se aprovechan de la riqueza de la ría, sino que las actividades económicas son variadas, desde astilleros, hasta cultivos marinos. El desarrollo y la especialización de la acuicultura en el cultivo de ostras está configurándose en los últimos años como una de las señas de identidad de la zona. Podrás ver las parrillas metálicas con sacos para su cultivo si recorres el paseo en marea baja.
Los modernos astilleros tienen un oficio artesanal en sus orígenes: las antiguas carpinterías de ribera. En el mapa interactivo puedes localizar la Ensenada de la Linera, donde históricamente ha habido gran actividad de este sector y que alberga un pequeño taller aún funcional.
El fenómeno de la marea ha sido también aprovechado en un tipo de molino poco conocido, el molino de mareas, que aprovecha la fuerza de soltar el agua embalsada durante la marea alta, para mover la piedra del molino. En la parte final del recorrido puedes ver los restos del Molino das Acías, cuyo origen se remonta al siglo XVII.
No olvides descargar la guía en Naturapps, para no perder detalle del recorrido y acceder a contenidos sobre los puntos de interés en el mapa interactivo.
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